Lo que las empresas y los emprendedores buscan y las universidades no enseñan.
ASERTIVIDAD
Cuando entré en una librería y me di de bruces con un libro llamado El vendedor pitbull, me pregunté hasta qué punto está difundida la idea de que es necesario ser un vendedor agresivo en los negocios. Sinceramente, no creo que la agresividad sea una característica adecuada del comportamiento dentro del ambiente empresarial o laboral. Una persona hostil es severa, intenta obtener lo que desea a gritos, no sabe escuchar ni tiene consideración con los sentimientos y necesidades ajenas, no sabe esperar, no tolera los errores y atropella a los demás. En fin, es problemático en potencia.

La persona asertiva defiende sus opiniones con claridad y honestidad, sin recelos acerca de qué dirán. Considero esa actitud fundamental en el mundo corporativo, pues no se pude decir que sí a todo, “traga con todo”, dejar de expresar opiniones por miedo a desagradar o asumir las responsabilidades de otros. Hay quien considera esas actitudes como estrategias políticas, pero para mí son señal de pasividad y de falta de comprensión. Hoy en día, lo que significa ser profesional, lo que se espera, cada vez más, es que las personas sean capaces de tomar decisiones, de asumir riesgos y responsabilidades.
Creo que es muy difícil que alguien consiga ser asertivo en todas las situaciones de su vida, así como no hay nadie que sea totalmente sumiso o agresivo. Cada uno de nosotros tiene mayor facilidad de actuar así en determinadas situaciones con ciertas personas, lo que significa que podemos ser asertivos también en el trabajo.
¿Por dónde empezar? Por ser conscientes de que tenemos derecho a recibir un trato respetuoso, (independientemente de nuestra posición social o de nuestra jerarquía dentro de la empresa), derecho a mantener nuestros valores, a expresar lo que queremos y decir “no” sin sentirnos culpables por ello; derecho a equivocarnos, a pensar antes de tomar una decisión, a pedir ayuda.
Se asertivo y Ponte en Marcha!