Lo que las empresas y los emprendedores buscan y las universidades no enseñan.
VALORES
Últimamente, se escucha hablar cada vez más de la ética. La ética en las relaciones personales, en las actividades empresariales, en la política, en la atención al cliente... Pero, ¿cómo definirla? ¿Cómo distinguir un comportamiento ético de uno no ético? Es ahí donde intervienen los valores.

Creo que hay dos cuestiones relevantes en relación a este asunto. La primera es que necesitamos tener muy claro cuáles son nuestros valores y reflexionar sobre si son adecuados y suficientes para proporcionarnos una buena convivencia con los otros. Una persona puede tener como valores la honestidad, la responsabilidad y el orden, peri si no es tolerante, podría volverse rígida e impositiva; otra puede honrar los principios de paciencia, solidaridad y compasión, pero si no tiene la auto-afirmación como valor, podría ser manipulada por los demás.
¿Necesitamos una gran lista de valores? Creo que no. Últimamente se ha discutido mucho sobre cuáles son los principios básicos capaces de garantizar el bienestar de la humanidad y la sostenibilidad del planeta. Considero oportuno enumerar los doce valores fundamentales elegidos por la Universidad Espiritual Mundial Brama Kumaris: amor, cooperación, felicidad, honestidad, humildad, libertad, paz, respeto, responsabilidad, sencillez, tolerancia y unidad. Observa que muchos –si no todos- de los valores que podemos proponer están implícitamente incluidos en estos doce, como: justicia, armonía, verdad, rectitud, servicio, autonomía, igualdad, solidaridad, compañerismo y confianza..
La otra cuestión importante es la coherencia en nuestros actos con los principios que defendemos, o sea, la integridad de carácter. Desgraciadamente, muchos son los que dejan de lado los valores más básicos y apelan al “todo vale” a la hora de conseguir sus objetivos: llevarle ventaja a un colega, sobornar a las autoridades para obtener favores, beneficiar a una persona en perjuicio de otra, usar medios ilícitos para conseguir los resultados deseados...Los valores no son algo que se pueda profesar de boca si no se cree en ellos realmente. Solo se tiene en la medida en que los reafirmamos con nuestras actitudes. Sin eso, no son valores, sino solamente un discurso vacío.
Pero, ¿por qué esta reflexión sobre los valores? ¿Qué tiene esto que ver con el mundo empresarial? Tiene mucho que ver. Las empresas modernas son cada vez mas parecidas a la vida de las personas: eligen un objetivo (el equivalente empresarial de propósito humano), y entre otras cosas, definen los valores que seguirán en el cumplimiento de ese objetivo. Si un fabricante de medicinas tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas y adopta como valor el respeto a medio ambiente, no podrá, por ejemplo, contaminar ríos con residuos industriales.
Tienes que estar de acuerdo conmigo en que una persona que tiene unos valores bien definidos y actúa conforme a ellos, está capacitada para entender los valores de la empresa y cuidar de que sean respetados. Además, un empleado de principios sólidos, íntegro y ético es alguien que deseamos tener cerca.
Por una organización con valores, Ponte en Marcha!
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