Lo que las empresas y los emprendedores buscan y las universidades no enseñan.
AUTOCONOCIMIENTO

El miedo es el sentimiento más limitador que existe. Pero, sí realmente deseamos realizarnos como profesionales y como seres humanos, necesitamos reconocer los miedos que nos invaden y superarlos.
El miedo al fracaso, por ejemplo, te hará evitar toda experiencia que tenga la posibilidad de salir mal o que pueda estar fuera de control. Para evolucionar en el trabajo, es importante que seamos capaces de asumir cada vez más riesgos.
Otro miedo muy común es el del cambio. El ser humano se siente cómodo en situaciones que le son familiares, pero, en el dinamismo en el que vivimos, nada permanece familiar durante mucho tiempo. Si no consigue el desapego a lo conocido, se convertirá rápidamente en un profesional obsoleto.
Existe también el miedo al qué dirán, a no ser suficientemente bueno, a no estar a la altura...
En el origen de todos ellos, ciertamente, está el miedo a equivocarse. En la intimidad, pensamos que el miedo nos hará ser rechazados o reprochados por otros, lo que nuestro ego interpreta como el fin del mundo. Pero, ¿quién no se equivoca o falla en esta vida? No podemos dejar que ese temor nos paralice, ya que para tener éxito en nuestra profesión es fundamental experimentar cosas nuevas.
Otro aspecto sustancial del autoconocimiento es la identificación de los talentos. Como todos los seres humanos, algunas cosas las hacemos con naturalidad, facilidad y placer, poseemos dones para cuyo uso no necesitamos de ningún manual de instrucciones, pero ¿sabes cuáles son? Si no eres capaz de responder a esa pregunta te sugiero que empieces a prestar atención a todo aquello que haces bien y a los elogios que recibes. Muchas veces otros reconocen nuestros talentos mejor que nosotros mismos; saber reconocerlos te permitirá ejercer la profesión de forma diferente y con éxito.
Observa el comportamiento de personas que destacan en una determinada área de conocimiento y lo entenderás. En la ingeniería, por ejemplo, hay un ingeniero que sobresale por identificar las soluciones para el cliente; otro es el mejor diseñando proyectos; está aquel que gestiona la ejecución de proyecto como nadie; otro tiene grandes habilidades para dirigir equipos de trabajo, etc.
¿Qué puede justificar esas diferencias sino es el talento de cada uno?
Es cierto que, algunas veces, el reconocimiento de nuestro talento nos lleva a la conclusión de que necesitamos cambiar de profesión. ¡Esto ocurre con muchas personas que, en un momento dado de su vida, se cuestionan por qué no están satisfechas con el camino que han seguido y deciden hacer algo nuevo! No creo que pasar por esa situación sea una catástrofe sino que es necesario. Por eso, cuanto antes invirtamos en el autoconocimiento, identificando nuestros talentos y los miedos que nos puedan limitar el desarrollo de nuestra carrera, mejor. El éxito siempre llega a aquellas personas que tienen el coraje y la simplicidad de ser ellas mismas.
Autoconócete y Ponte en Marcha!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ayúdanos a Ponernos en Marcha y comparte tu experiencia, comentario u opinión. Juntos emprederemos la ruta del éxito.