sábado, 28 de septiembre de 2019

Emprender tiene menos de saber y más de hacer.


Saber hacer. Emprender tiene menos de saber y más de hacer.

El conocimiento y el emprendimiento verdadero entraña un cambio en el comportamiento. El aprendizaje como el emprender es un viaje que conduce del conocimiento a la acción.
Después de un proceso de emprendimiento y/o de aprendizaje todos deberíamos poder contestar a la siguiente pregunta ¿Cómo me ha cambiado el comportamiento el hecho de saber eso? 

Por mi experiencia existe una gran brecha entre lo que los emprendedores saben, la información que han recibido a partir de cursos, seminarios, libros, … y lo que hacen , en qué medida aplican y utilizan ese conocimiento en su día a día.

Por ello, se puede concluir, que las los emprendedores tienden a pasar muchísimo más tiempo adquiriendo información nueva que desarrollando estrategias para utilizar el conocimiento recién adquirido en su actividad. 

Al volver a nuestros proyectos, el día a día hace que volvamos a estar demasiado ocupados y así es difícil lograr que los emprendedores logremos utilizar y aplicar los conocimientos que acabamos de adquirir. 

Ese eslabón perdido, que no cierra la brecha entre lo que el emprendedor sabe y lo que hace, se debe en primer lugar a la sobrecarga de información. Sufrimos de una sobredosis de conocimiento. El conocimiento llega fácilmente, pero eso no produce un cambio en el comportamiento.

En segundo lugar es imposible cerrar la brecha entre el saber y el hacer sin una actitud abierta y positiva en relación al conocimiento. Cambiar un hábito o un comportamiento exige un esfuerzo verdaderamente centrado. Sin embargo, la mayoría de los emprendedores no sabemos cómo continuar poniendo en práctica las buenas intenciones para romper el hábito y cambiar nuestros comportamientos.

Tenemos que decidir qué necesitamos aprender para ayudarnos a tener un mejor rendimiento en nuestro proyecto y luego ponerlo en práctica vigorosamente. 

El hábito de asistir a un seminario en una sola ocasión o de leer un libro una sola vez al tiempo que uno se expone a una nueva información simplemente forma el hábito del olvido. Nos estamos preparando para saber y no hacer. En realidad es todo lo contrario de que deberíamos estar haciendo.

La mente humana, está en un proceso constante de hacer una de dos cosas: o está aprendiendo algo nuevo o está olvidando. Si no prestamos atención a algo, lo olvidamos pronto. Cuando nos concentramos en algo y lo interiorizamos, lo recordamos. 

Para dominar por completo un tema, debemos sumergirnos en una cantidad determinada de información, en vez de exponernos a una gran cantidad de datos. Por ello debemos adquirir menos información con más frecuencia, en vez de adquirir más información con menos frecuencia. En otras palabras debemos aprender más de menos y no menos de más. 

Para el emprendedor "aprender menos, pero más, es mejor"

Todo conocimiento para convertirlo en aprendizaje debe tener la actitud de “¿Cómo puedo usar esto?”, propiciando el pensamiento de posibilidades. 

A modo de conclusión: 

A la hora de emprender con éxito la brecha entre el conocimiento y la acción es probablemente más amplia que la brecha entre la ignorancia y el conocimiento

Para que el aprendizaje produzca un cambio en el conocimiento, debemos pasar por tres niveles en el tránsito entre saber algo y hacer algo. 

El primer nivel de cambio se da en el conocimiento. Es más divertido aprender algo nuevo que esforzarse por poner en práctica lo que uno sabe. Tenemos que concentrar nuestra energía en unas pocas cosas, en vez de querer abarcar muchas. Para superar la sobrecarga de información debemos aplicar la filosofía de “más de menos”, es decir centrarse en menos cosas y repetirlas una y otra vez hasta que nos calen. 

El segundo nivel de cambio se denomina cambio de actitud. Debemos deshacernos del pensamiento viciado y convertirnos en pensadores de posibilidades para poner en práctica lo que sabemos a la hora de emprender.

El tercer y último nivel para poner en práctica lo que sabemos hace referencia a la falta de un sistema de seguimiento del plan de acción de los dos o tres comportamientos que queremos implantar para mejorar nuestro emprendimiento.

Porque el emprender es saber hacer. 

Saber es condición necesaria pero no suficiente si al emprender no ponemos nuestro conocimiento al servicio de la acción. Ponte en Marcha!