viernes, 23 de noviembre de 2012

Emprender con mentalidad de diente de león


Como todos sabemos los mamíferos invertimos mucha energía en hacer un seguimiento del carácter individual de cada una de las copias que engendramos. Y es natural, por supuesto: invertimos tanta energía y tantos recursos en nuestra prole que sería un derroche espantoso que se extraviaran y se cayeran del balcón o se tirasen al triturador de basura. Estamos programados, como mamíferos, para interpretar este tipo de desgracias como una tragedia moral, un trauma tan profundo para nuestra psique que algunos nunca llegan a recuperarse.
También es natural que concedamos tanta importancia al carácter individual de cada una de los proyectos de nuestro espíritu emprendedor. Nos angustiamos ante las posibles copias de las ideas y proyectos de negocio. Y aunque emprender un negocio no nos cuesta tanto como criar a un bebé, no podemos quitarnos de la cabeza que nuestra idea es la mejor, única e irrepetible, y por lo tanto no la decimos para que no nos la copien ó “fusilen”, hasta que nos damos cuenta que alguien también la pensó y la puso en marcha.
No obstante, hay organismos que siguen otras estrategias reproductivas diferentes. Por ejemplo, el diente de león: un solo diente de león puede producir dos mil semillas al año, y las dispara al cielo de forma indiscriminada a la mínima brisa, sin preocuparse hacia dónde van ni si recibirán una recepción acogedora cuando aterricen.
De hecho, muchas de esas miles de semillas acabarán cayendo sobre un pavimento duro y rígido, y no llegarán a crecer; un fracaso en la carrera genética basada en la supervivencia y la reproducción.
Pero desde el punto de vista del diente de león, la fortuna de cada una de las semillas no es lo importante; lo importante es que cada primavera todas las grietas de la calzada estén llenas de dientes de león.
Por ello, al iniciar un proceso de emprendimiento tenemos que tener mentalidad de diente de león, y ver en cada idea una oportunidad de negocio, que quizás tenga viabilidad o quizás no, y así aunque muchas se quedarán en el baúl de la creatividad, otras muchas, las viables, llegarán al mercado.
Y con este espíritu de CREACIÓN  te animamos a dar el primer paso y gritamos al aire, y a los cuatro vientos, como la diáspora del diente de león, PONTE en MARCHA, para que los emprendedores con ideas siembren sus semillas y cubran con sus proyectos todos los nichos y oportunidades de negocio.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Una estrategia para el juego de emprender

Nos levantamos y después nos sentamos; oímos y, a veces, escuchamos; lloramos y reímos, subimos y bajamos; hablamos y callamos; mandamos y obedecemos, queremos y odiamos; sentimos y nos sienten; aplaudimos y criticamos; cambiamos y volvemos a cambiar; todo gira y gira, y giramos con todo lo que nos rodea.
Y emprender es eso, ponerse en marcha, y como decía el anuncio, una vez que emprendes NON STOP, no hay marcha atrás.
Y emprender, para algunos parece un juego.. y efectivamente LO ES. Un juego es competición por ganar, y al emprender siempre pensamos en llegar al éxito.
Y, ¿por qué digo que es un juego?
Vamos a fijarnos y nos daremos cuenta de que en el fondo todos conocemos el juego de emprender pero nos falta muchas veces pararnos a pensar y planificar una estrategia para conseguir nuestro objetivo.
El juego. Descubramos el juego y el emprendimiento. Cuando vamos a emprender lo hacemos en un entorno, cualquiera que sea. En esa situación inicial nos enfrentamos a un conjunto de variables que hay que manejar y acercar hacia la posición ideal que nos lleve al éxito, con TENACIDAD, VALENTÍA y todo el tiempo necesario.

Emprender es como jugar al Ajedrez

Descubre porque