jueves, 27 de agosto de 2015

El liderazgo del mando intermedio: Un nuevo paradigma el mando/coach.


El liderazgo del mando intermedio es un nuevo paradigma, en donde exige un nuevo conjunto de competencias entre las que se incluyen la dirección de las personas y la gestión de las tareas.

Podríamos definir la competencia del mando intermedio como “Asegurar que se realice el trabajo que debe ser realizado, por las personas apropiadas y midiendo y evaluando los resultados, contrastándolos con los objetivos previstos”. 

Dirigir personas va más allá de la supervisión de la asistencia, la puntualidad y la eficiencia. Incluye llevar a la gente a lograr los más altos niveles de productividad exigidos por el ambiente competitivo. Para alcanzar estos niveles, se requiere de compromiso, orientación a las metas, alineación en el propósito, motivación y percepción de igualdad y justicia. Esto implica involucrar, compartir, aprobar y guiar. Aquellos que son supervisados necesitan tener un sentido de dirección y los recursos requeridos para lograr sus tareas. Necesitan la autoridad para tomar decisiones a tiempo y aprovechar oportunidades. Igualmente necesitan la información para evaluar sus resultados. 

Hoy en día, la dirección de las personas y la gestión de las tareas están basadas en un modelo de beneficios mutuos y de cooperación. Hay un fuerte sentido de responsabilidad social por el bienestar de los empleados.

La dirección de las personas y la gestión de las tareas incluye: coordinación, toma de decisiones, liderazgo influencia, planificación y organización, así como el manejo de conflictos. 

La situación actual de nuestra economía y el desarrollo del mercado global, hacen imperiosa la actualización permanente y crecimiento de una fuerza laboral altamente calificada y motivada. Para el logro de esto, las empresas están descubriendo que las competencias de Supervisores y Mandos Intermedios deben cambiar.

Con el objeto de obtener un máximo desempeño de la fuerza de trabajo, más que “jefecillos” necesitamos “mandos/coaches”. 

Como Mando Intermedio o Supervisor, su rol es muy parecido al de un coach de cualquier equipo deportivo. Todos los miembros de su equipo tienen diferentes talentos y distintos niveles de habilidades. Por eso se es responsable de lograr resultados con esa mezcla especial de personas, es decir, mantenerlos, inspirados, motivados y trabajando juntos para el logro de los objetivos de su organización. 
Los mejores mandos/coaches son aquellos que saben como motivar a los demás para que tengan éxito en su desempeño laboral, como mantener el esfuerzo para el logro de los objetivos, como creer en si mismo y como sobreponerse a los fracasos.

Se un líder/coach y Ponte en Marcha!

miércoles, 26 de agosto de 2015

Mandos intermedios, latido empresarial


La gestión de las personas: el factor de éxito en tu empresa 
Los recursos humanos son la mayor fuente de poder para las empresas.
Así piensan relevantes personalidades mundiales en el ámbito de la gestión de los recursos humanos. Están persuadidos de que, en un entorno como el actual, caracterizado por una economía global, dinámica y endiabladamente competitiva, las empresas necesitan desarrollar nuevas técnicas de dirección que aseguren una gestión eficiente de sus recursos. Y en esta estrategia, la capacidad intelectual es la clave. 

Cuando se habla de empresa, la imagen representativa siempre son o bien los altos ejecutivos o el contingente de trabajadores de base, pero nunca, o casi nunca, ese protagonismo recae en los mandos intermedios, la legión de trabajadores cualificados que, en definitiva, son responsables del funcionamiento diario de la empresa. 

Son muchos lo autores que defienden que el éxito empresarial depende, en gran medida, de la capacidad, destreza, preparación y compromiso de los mandos medios, máxime en tiempos de recesión, cuando los conocimientos y la experiencia se convierten en una baza estratégica de singular importancia. Los mandos intermedios "a menudo son considerados ‘el pegamento’ que mantiene unida a la empresa, sirviendo de puente entre los altos directivos y los trabajadores de inferior rango. Ellos son los responsables de implementar cualquier cambio estratégico u organizativo, logrando el compromiso de sus empleados durante los buenos y también los malos tiempos económicos". 

Cierto que tradicionalmente las competencias de los mandos medios se limitaban a la transmisión de órdenes en sentido descendente y la recogida de resultados desde los niveles inferiores para su comunicación en sentido ascendente. Sin embargo, en la actualidad los mandos medios se están viendo sometidos a grandes cambios, adquiriendo un mayor protagonismo, “implicándose en los sistemas de trabajo. Su actividad es más dinámica, intervienen en la realización de los procesos, en lugar de esperar los resultados y evaluarlos, y es esencialmente el animador de un grupo de trabajo". 

Con estas nuevas funciones de los mandos intermedios, las organizaciones tienden a ser más ágiles, las líneas de comunicación son más cortas y proporcionan una mayor capacidad de respuesta a los cambios del entorno, a la vez que se conoce la situación de la empresa más rápidamente, así como sus necesidades". 
 
Los mandos intermedios desempeñan una función primordial, pero a menudo poco valorada, en el éxito de una estrategia empresarial", pese a que su participación "en la elaboración de la estrategia está asociada a una mejora de los resultados de la empresa". "Los mandos intermedios suelen ser conscientes de las amenazas y oportunidades del entorno". Los mandos medios, si están convencidos de la estrategia de la empresa, son capaces de buscar recursos ocultos u olvidados. 

Pese a esta evidente importancia de los mandos intermedios, las épocas de crisis no son buenas para esta figura básica de la estructura empresarial. A la siempre difícil tarea de conciliar las presiones de los niveles ejecutivos y del personal a su cargo, en tiempos de vacas flacas se enfrentan con la dificultad añadida de las presiones derivadas de la crisis, que les expone ante unos objetivos de alta producción y escaso margen de negocio. 

Cuando el sector empresarial se ve abocado a superar ciclos económicos recesivos como el actual, son los directivos medios quienes soportan gran parte de las medidas de ajuste, desde la pérdida de incentivos y primas hasta incluso el despedido. “Paradójicamente, los directivos medios son fundamentales pero acaban siendo despedidos en cuando se produce una reestructuración. Se trata de una situación complicada, puesto que las personas necesarias para ejecutar los proyectos más importantes suelen ocupar puestos medios”. Ante esta situación, si “las empresas no gestionan bien los cambios tendrán que enfrentarse a unos directivos medios paralizados y círculos viciosos con bajas dosis de moral y compromiso”. Evidentemente, éste no es el mejor de los panoramas posibles precisamente en unos momentos en los que las empresas precisan contar con “empleados fuertes y con el compromiso de los directivos medios, porque es ahí donde se producen los cambios”.

Porque los mandos intermedios son el aceite que lubrica la organización, no rompas la cadena. Ponte en Marcha!

miércoles, 19 de agosto de 2015

Emprender es como boxear.


El boxeo es un deporte de alto contacto físico, caracterizado por los combates cuerpo a cuerpo por medio de los golpes. Es un deporte donde la fuerza, la velocidad y la resistencia física están presentes, y en el que los participantes pueden afectar seriamente al contrincante y ser afectados de igual manera. A fin de cuentas, el boxeo es un deporte de combate, donde el peligro es cierto y el daño irreparable es una posibilidad.

El boxeo es una metáfora muy interesante de la vida del emprendedor, porque emprender a veces consiste en levantarse, en no rendirse y, si te tumban, volverte a levantar. Si no tienes mentalidad de boxeador con capacidades de recibir golpes, vas a caer rápido K.O. en el ring del emprendimiento.

Cada proyecto, cada salto al ring dejando una empresa como asalariado para independizarte, cada reunión con proveedores, clientes, socios, equipo o inversores, cada presentación pública o cada decisión importante en la empresa, son como el preliminar de un combate.

Saltar al ring del emprendimiento es sin embargo una opción en la mayoría de las ocasiones, y no puedo imaginar paradigma de riesgo más claro que el del autónomo, emprendedor y pequeño empresario de este país, cuyas únicas cuerdas de protección contra el impacto son las formadas por el entusiasmo, la osadía y el propio esfuerzo. 
 
Lo que una buena estrategia de negocio y el deporte del boxeo tienen en común son las tácticas de la atención, la precisión y la conexión.

En el boxeo, tienes que fijar la atención en las almohadillas o la bolsa que tienes colgando delante sin descanso. Si pierdes la concentración, no darás en el blanco. No puedes dejar que nada de lo que haya a tu alrededor te distraiga.

Para crear una estrategia de negocio, tienes que centrarte en tu público. Primero, tienes que identificar con claridad quiénes son tus clientes. No debes dejarte distraer por los demás o tratar de incluir a demasiadas personas en tu grupo de clientes. Es importante ceñirse al objetivo.

Tienes que poder visualizar claramente tú objetivo y después tienes que mantener tu atención en tu meta en todo momento.

Cuando boxeas, antes de poder lanzar un puñetazo eficaz, tienes que entender cómo mover el cuerpo correctamente y conocer los puntos específicos de la bolsa que quieres golpear.

Para crear una estrategia de negocio, antes de poder conectarte con eficacia con posibles clientes, es necesario entender qué problemas específicos vas a resolver para esta población.
Tienes que identificar cuáles son sus inquietudes, deseos o necesidades insatisfechas y qué cosas les puedes mejorar o cambiar con lo que vendes.

Cuando puedas definir con precisión cómo vas a despertar su interés y cómo tu producto puede afectar aportar valor añadido o lo que es lo mismo solucionar un problema, entonces y solo entonces estarás en una posición perfecta para venderles algo. 

En el boxeo, cuando lanzas un puñetazo limpio haciendo contacto perfecto con la bolsa, se produce un sonido único e inconfundible. 

En una estrategia de negocio, cuando usas las palabras y las imágenes acertadas para comunicarte con tus clientes, se produce una conexión inconfundible con tu proyecto o empresa. Lograrás a que se identifiquen contigo y con lo que les ofreces.

Como a boxear, perfeccionar el arte de emprender se puede entrenar y aprender.

Puedes ponerte unos guantes perfectamente ajustados, fijar tu atención y lanzar un golpe limpio o puedes ponerte simplemente a dar puñetazos al azar.

En el boxeo, una de las cosas que se aprenden, es a levantarte si te tira el contrario. Se da por echo que antes o después caerás, y lo importante es que esa caída no te suponga perder el combate. 

Emprendedor, prepárate para boxear y que te tumben. Pero también para tener la fuerza para levantarte y triunfar como un héroe.

En este sentido es importante que tomemos conciencia de la alta probabilidad de que todos nuestros planes no salgan bien, que no tengamos éxito en todo aquello que emprendamos, y que lo importante es que saquemos partido incluso de esos fallos, ya que “no importa que falles, pero la siguiente falla mejor”.

El emprendedor como un deportista de competición, actúa por instinto, por pasión, por metas, por algo que no se puede explicar y que le hace estar por encima de sus miedos y de sus fracasos.

El emprendedor tiene hambre, mucha hambre, no se rinde ante nada aunque tenga miedo y es tremendamente competitivo.

El emprendedor pelea diariamente con su entorno, con su competencia, con los mercados y entrena constantemente y se prepara, leyendo, estudiando, observando, probando, experimentando y creando equipo y alianzas.

Tirar la toalla.
Desde la esquina, el equipo de apoyo puede tirar la toalla si lo cree prudente para el cuidado del púgil; esto significa que el entrenador puede detener la pelea por completo en el momento que arroja su toalla, (la cual por lo general es blanca) o esponja, para señalar al arbitraje de esta decisión. Por lo que la frase “tirar la toalla” es equivalente a darse por vencido.
La decisión de arrojar la toalla hacia el centro de la lona, y por consiguiente detener de inmediato la pelea aceptando la derrota, recae en la prudencia del equipo de apoyo del boxeador, y es una decisión que se respeta y se mantiene como resultado final a pesar de que el boxeador participante no esté de acuerdo con ello.

Es ahí donde entra en juego la capacidad para encajar los golpes de ego. Hay emprendedores que, pese a contar con amplios conocimientos y experiencia, se niegan a admitir que su planteamiento es erróneo e insisten en seguir por el mismo camino, obviando las críticas y la realidad del mercado, y entonces otros tirarán la toalla por ti.

Otros, en cambio, valoran como positivo haberse equivocado pronto y buscan la manera de pivotar rápidamente y solucionar esas tareas pendientes. 

Ser “novato” es siempre complicado y más cuando la bisoñez hace de las suyas en las arenas movedizas del emprendimiento. ¿Por qué fracasan algunos emprendedores primerizos? Hay muchas posibles respuestas, pero lo cierto que muchos emprendedores se lanzan al ringdel emprendimiento demasiado “verdes” sin evaluar la viabilidad de su proyecto y quedando KO en el primer intercambio de golpes.

No tires la toalla y Ponte en Marcha!

martes, 18 de agosto de 2015

El poder de condicionamiento de las preguntas



Hay un determinado tipo de preguntas que tienen el efecto de condicionar futuras respuestas ante una misma situación. Así, por ejemplo, ante una pregunta como: "¿Porqué siempre he de hacer el ridículo cuando hablo en público?" después de que alguna intervención nos salga mal, estamos preparándonos para volver a repetir el mismo fracaso y estamos poniendo esas respuestas como una profecía que se va a cumplir igual la próxima vez. Deja de una vez de lado preguntas de este tipo que te restan recursos y energía y comienza a plantearte preguntas que te lleven a referencias que apoyen nuevas creencias más capacitadoras. 


La clave, pues, consiste en desarrollar un patrón de preguntas capacitadoras y que nos den más poder. Está claro que todos tenemos que enfrentarnos con problemas, pero esa no es la cuestión. La verdadera cuestión es determinar como nos vamos enfrentar a ellos cuando aparezcan. Todos necesitamos una forma sistemática de afrontar los retos y desafíos. 

Podemos utilizar también el inmenso poder de las preguntas para afrontar cualquier reto o problema que se nos presente. Si analizamos las preguntas que nos planteamos a lo largo del día, ¿Cómo influyen en nuestro comportamiento las preguntas que nos hacemos?, ¿Nos capacitan o nos restan recursos?, ¿Nos hacen crecernos ante los desafíos o nos hunden en la miseria? Si usted es de los que empieza el día con preguntas del tipo: "¿Por qué tengo que levantarme ahora?", "¿Por qué tengo que ir a trabajar?", "¿Qué clase de bronca me esperará hoy en el trabajo?". Es lógico que empecemos el día en un estado de falta de recursos y escaso entusiasmo. 
 
Podemos cambiar el ritual de preguntas que nos hacemos cada mañana y con ello situarnos en una actitud mucho más capacitadora para comenzar la jornada con los estados emocionales más positivos que podamos encontrar. Algunas de las preguntas que nos pueden llevar hacia ese estado de plenitud de recursos son del tipo: 
-"¿De qué me siento feliz ahora en mi vida?" 
-"¿Qué me estimula ahora en mi vida?" 
-"¿Qué me hace sentirme agradecido ahora en mi vida?" 
-"¿Por qué resultados voy a luchar hoy que me hagan avanzar hacia mis sueños?"

 Ante las situaciones de retos y desafíos podemos preguntarnos: 
-"¿Qué hay de estímulo en este reto?" 
-"¿Qué hay sobre lo que pueda actuar y mejorarse?" 
-"¿Qué acciones estoy dispuesto a emprender para lograr que sea como yo quiero?" 
-"¿Qué estoy dispuesto a dejar de hacer para lograr que sea como yo quiero?" 
-"¿Cómo puedo disfrutar del proceso mientras llega a ser como yo quiero?"

Encuentra respuestas a estas preguntas y asóciate por completo a ellas. Si en alguna pregunta encuentras dificultad para encontrar una respuesta transforma la pregunta añadiendo la palabra "podría". Por ejemplo:"¿Qué me podría estimular ahora para iniciar un nuevo proyecto?" 

Recuerda que nuestra experiencia se basa siempre en aquello en lo que enfocamos la atención. Las respuestas a preguntas poderosas te llevarán a un estado capacitador y te inducirán a experimentar más entusiasmo, alegría, compromiso, entrega y pasión en tus proyectos y en tu vida. 

Porque lo importante son las respuestas, responde a las preguntas y Ponte en Marcha!