lunes, 17 de agosto de 2015

El inmenso poder de las preguntas.



Es indudable que la mayor parte de nuestro tiempo diario lo invertimos en conversar con nosotros mismos. Generalmente se trata de un proceso inconsciente, pero que constantemente nos está afectando. Es un proceso similar al utilizado con los ordenadores; si queremos acceder a los ficheros de valiosa información que contienen y sacar provecho de esa información, hemos de pedírsela mediante las órdenes adecuadas. Nuestro cerebro actúa del mismo modo; lo que nos permite obtener casi cualquier cosa de los propios bancos de datos es el tremendo poder de orden que tiene el hacernos las preguntas adecuadas a nosotros mismos.

Si nos paramos a analizar el verdadero poder que tienen sobre nuestras actitudes y comportamiento las preguntas que nos hacemos, nos daremos cuenta de que muchas de las diferencias entre las personas vienen determinadas por las preguntas que se hacen de forma consistente. ¿Cuál es la forma más rápida que podemos utilizar para cambiar nuestro enfoque? Hacernos simplemente una nueva pregunta. Probablemente una persona que se siente deprimida se está haciendo en su interior preguntas del tipo: "¿Por qué nunca me salen bien las cosas?","¿Por qué consigo resultados peores a los demás?","¿por qué a mí, Señor?","¿Por qué intentarlo si de todas maneras siempre sale mal?" Recuérdalo siempre: si te planteas una pregunta frustrante, recibirás una respuesta frustrante.

Así pues, te se preguntas a tí mismo "¿Por qué siempre me salen mal las cosas?", tu cerebro te responderá aunque la respuesta sea dura y no te guste aceptarla. Seguramente te ofrecerá una respuesta del tipo de: "Porqué no tienes cualidades", o bien "Nunca he sido una persona brillante".

Pero de igual modo, resulta tremendamente sencillo cambiar el carácter de las respuestas que obtenemos: haciéndonos preguntas mucho más brillantes y capacitadoras. Si por ejemplo ante un reto que nos surja decidimos preguntarnos en lugar de las preguntas anteriores preguntas del tipo de: "¿Qué hay de bueno realmente en esta situación?", "¿Cómo puedo utilizar y sacar partido de todo lo que me está sucediendo?","¿Cómo puedo cambiar mi estado de ánimo?" Estas son el tipo de preguntas que generan respuestas capacitadoras y que nos impulsan a mejorarnos constantemente y a mejorar nuestros proyectos. Son preguntas que nos dirigen en una dirección totalmente diferente a la de las preguntas limitadoras, y que nos capacitan para transformar las dificultades en una fuerza impulsora de mejora continua.


Todos tenemos a nuestro alcance la capacidad y las herramientas que pueden hacer que en nuestra vida consigamos resultados extraordinarios. Constantemente nos preguntamos como algunas de las personas que conocemos o algunos personajes públicos pueden conseguir resultados tan fantásticos, incluso aunque en muchas ocasiones partieron de un punto más bajo que el nuestro. Tenemos multitud de ejemplos en la historia que nos confirman este punto. ¿Cómo pudieron llegar a niveles de pensamiento tan elevados personas como Edison o Einstein a pesar de su fracasada educación escolar? Sin duda alguna lo hicieron porque se plantearon preguntas excelentemente formuladas. Entonces, piense por un momento en el poder que tú tienes al realizarte preguntas poderosas e inspiradoras. Las preguntas son como el despertador de nuestras potencialidades. Para obtener una gran respuesta, simplemente hay que hacerse antes una gran pregunta; tú cerebro te ofrecerá aquello por lo que preguntes. Es el concepto del enfoque; en la vida nunca se obtiene lo que se quiere, simplemente se obtiene aquello en lo que te enfocas.

Entonces, si las preguntas adecuadas pueden hacernos llegar hacia una vida más sana, pletórica y gratificante, ¿por qué son tantas las personas que se sienten vacías, que piensan que su vida no tiene sentido ni dirección y que creen que en su vida no hay ninguna solución posible? Resulta evidente que pasan sin prestarle la menor atención a este proceso crítico, bien por desconocimiento en la mayoría de los casos o por no tener la capacidad de tomar el timón y cambiar el rumbo.

Para mejorar tú vida has de cambiar las preguntas que te estás haciendo. Las preguntas que te haces en la actualidad están creando alegría o tristeza, emoción o desesperación, entusiasmo o apatía, evolución o estancamiento. Comienza a hacerte preguntas que te permitan avanzar decididamente por el camino de la excelencia humana.

El plantearnos las preguntas adecuadas nos permite conseguir una serie de cambios vitales para mejorar nuestros resultados. Podemos cambiar la forma en que nos sentimos simplemente haciéndonos una pregunta mucho más capacitadora. Por ejemplo, muchas personas se preguntan constantemente: "¿Por qué me siento tan mal?","¿Cómo es que estoy tan deprimido?" Obviamente están focalizando su atención hacia las respuestas que apoyarán esta idea y encontrarán una razón para sentirse mal y deprimidos. Sin embargo, si en lugar de esto las preguntas que se plantea son del tipo de: "¿Cómo puedo cambiar mi estado de ánimo para sentirme mejor?", "¿Qué me hace sentirme feliz en este momento?" o bien,"¿De qué podría sentirme feliz si lo deseara?". En este caso, las respuestas que obtendrá le están enfocando en las posibles soluciones. Las preguntas suponen verdaderas anclas para sentir la emoción capacitadora. ¿No es acaso cierto que cada uno de nosotros podemos rescatar de nuestro recuerdo momentos que, si enfocamos nuestra atención en ellos, nos hacen sentirnos instantáneamente bien y pletóricos? Somos realmente libres de dirigir nuestro enfoque mediante las preguntas que nos realizamos.

Hay peguntas cuyas respuestas pueden derivar en decisiones que cambian toda una vida. Una de las preguntas más poderosas que conozco para producir cambios positivos en la vida de cualquier persona es la siguiente: "¿Qué puedo hacer, que no esté haciendo ahora, y que de hacerlo con constancia, supondría una tremenda diferencia positiva tanto en mi vida personal como profesional?". Este es un magnífico ejemplo de una pregunta con poder, una pregunta que produce respuestas importantes y valiosas para encauzar nuestra vida por un camino de excelencia y realización.

También podemos utilizar las preguntas para apoyarnos en las decisiones que tomemos y que supongan romper con malos hábitos arraigados en nosotros. Para ello, podemos plantearnos preguntas del tipo: "Si no cambio en este aspecto, ¿Cuáles serán las consecuencias que habré de soportar en último término?" o bien "¿Qué mejoras positivas se producirán en mi vida si produjese este cambio ahora mismo?". Como vemos, las respuestas que obtenemos dependen de las preguntas que estamos dispuestos a plantearnos. Es imprescindible si queremos entrar en un proceso de mejora continua plantearse preguntas que otorguen poder porque sus respuestas nos darán razones legítimas para que arraiguen en nosotros sentimientos positivos y de realización.

Si nos paramos por un instante a reflexionar porque en determinados momentos nos sentimos realmente tristes o desanimados, solo encontraremos una razón: es porque nuestra mente ha suprimido todas aquellas razones por las cuales podríamos sentirnos bien.

Constantemente nuestro cerebro se encarga de anular y de evitar que prestemos atención a miles y miles de estímulos que nos llegan cada segundo, y que supondrían de prestarles a todos atención que nos volviésemos locos. Solo podemos enfocar la atención consciente sobre un número determinado de cosas a la vez. Así, por ejemplo, no percibimos el roce del aire con nuestra piel, los ruidos de fondo,... a menos que deliberadamente decidamos prestarles atención .Nuestro cerebro es utilizado durante gran parte de su tiempo precisamente en discriminar todo este volumen de estímulos.

Por el mismo motivo, aquellas personas que se sienten bien son aquellas que suprimen de modo consciente todas las cosas malas sobre las que podrían fijar su atención. Por ello, cuando alguien se hace una pregunta de calidad, está cambiando aquello en lo que enfoca y simultáneamente está dejando de enfocar en aquellos aspectos negativos que le afectan.

Ante una pregunta como:"¿Qué hay actualmente que sea fantástico en mi vida?",es muy posible que al enfocar en la respuesta reafirmes todo lo positivo que existe en tu vida y tengas unos primeros cimientos para construir sobre ellos sentimientos más positivos. También cuando nos surge un reto o nos sentimos enojados podemos hacernos una pregunta capacitadora del tipo de: "¿Cómo puedo aprender de esta situación para que no vuelva a sucederme?". Esta es una pregunta de alta calidad e impacto, ya que nos lleva desde el desafío actual a encontrar elementos que nos ayuden a enfrentarnos a una situación similar en el futuro.

Contesta a estas preguntas y otras poderosas, y Ponte en Marcha!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ayúdanos a Ponernos en Marcha y comparte tu experiencia, comentario u opinión. Juntos emprederemos la ruta del éxito.