lunes, 20 de noviembre de 2023

Emprender es como construir una casa: Se empieza por el tejado.

Ingresos versus gastos, tejado versus cimientos.

Si preguntas a cualquiera por dónde se empieza una casa, edificio o construcción, el noventa y nueve por ciento te responderá que por los cimientos. Y como lo piensa y dice la mayoría pues damos por correcto qué todo proyecto, sea del tipo que sea se comienza por los cimientos. Pero una minoría, entre ellos yo, hijo orgulloso de un albañil, pensamos que los proyectos no se ponen en marcha por los cimientos sino por el tejado. Así una vez compartiendo ésta idea con mi padre, él me decía que a pesar de no tener estudios como yo él sabía perfectamente que las casas se empezaban por los cimientos para a continuación seguir con las vigas maestras y los muros y finalmente rematar con el tejado; como tantas veces no sólo lo había visto sino que lo había realizado. El no presumía de teorías sino de experiencia y práctica.

Una vez oído su relato, pasé a rebatirle porque estaba equivocado, con el respeto que requiere escuchar a alguien con mucha más experiencia que yo. Así con mi padre entre la incredulidad y lo que él consideraba la bisoñez de alguien que había estudiado una carrera pero que nunca había cogido una paleta y levantado un muro de ladrillos, escuchó con atención mi exposición más por ser su hijo y poder corregirme de mi error, y así no ir por ahí haciendo el ridículo con mis fantasiosas teorías. 

Pues bien, yo empecé reconociendo que los pilares son fundamentales para poder levantar con robustez y seguridad una casa o edificio, pero que podría darse el caso que llegado el momento esa estructura no fuese suficiente para sostener el tejado o que pudiese ser excesiva para las características de techumbre que se iba a realizar y que por lo tanto lo primero era conocer y calcular las características de la techumbre y en función de ellas adaptar los cimientos a las mismas.

 
Ante la sorpresa de mi argumentación, mi padre que a pesar de o tener estudios, pero si la experiencia de la vida y del mundo laboral, me reconoció que mi idea no era tan descabellada como en un principio parecía, pero que pare evitar confusiones y malos entendidos y parecer ignorante y ridículo sino podía explicarme, lo mejor era que dijera que las casas se empezaban por los cimientos y no por el tejado como dice la sabiduría popular ya que se daba por supuesto que cuando se llegara al tejado este se adaptaría a las características de la estructura.
 
Pues bueno, yo que estudié en una facultad en Asturias, donde el tejado hacía aguas, veo con precupación que se pone más énfasis en los cimientos de los proyectos empresariales que en el tejado. Así la inmensa mayoría de los planes de negocio y proyectos tienen unos cálculos de los gastos y costes necesarios para Poner en Marcha el proyecto, así como de los recursos, tanto humanos como materiales para levantarlo, y luego ajustan sus ingresos y necesidades financieras, su tejado como cual paraguas que se abre o se cierra según haga sol o llueva.  

Como conclusión, nunca empieces tú proyecto por tus cimientos sino por tú tejado, y así en función de una estimación realista de tus ingresos y cobros, ajustas tus gastos y costes, para ajustar tus flujos de caja, antes de que tú proyecto haga aguas por goteras en su tejado.

Para acabar, ante las dudas que todavía albergaba papá, yo le dije que conmigo él fue un ingeniero que primero puso el tejado, la educación y luego los cimientos. Así que haz como mi padre y para las cosas importantes, como tú proyecto empieza por el tejado y Ponte en Marcha, porque ahí reside la verdadera sabiduría.