martes, 20 de junio de 2017

Ponte en Marcha. Desmontando excusas que impiden el emprendimiento. Tengo miedo.

Tengo miedo. Cuarta excusa que los EMPRENDEDORES argumentan para Poner en Marcha su Proyecto. 

El miedo es un tema que desde hace un tiempo me ha apasionado.  

En su esencia básica cumple una maravillosa función de protección y en tal sentido nos evita situaciones que podrían resultar incómodas y hasta mortales. Si no sientes miedo frente a un precipicio puedes acercarte tanto a él que podrías poner en riesgo tu vida.

Hasta aquí, todo va bien.

Sin embargo, cuando el miedo es el resultado de presunciones tuyas frente a situaciones que pueden provocar un daño, el miedo adquiere características de inmovilización. El miedo en este caso, paraliza

Cuando el miedo es producto de tu imaginación, estás prediciendo algo que aún no ha sucedido, y como no alcanzas a ver lo que va a suceder, tu mente te juega una mala pasada. Tu mente, ese mecanismo maravilloso hallado dentro de otro mecanismo excepcional, del cual no se sabe mucho, el cerebro reaccionará haciendo que vivas en tu cuerpo esas sensaciones producto de tus profecías negativas. 

Temblarás, se te dilatarán las pupilas, se te erizará la piel, se te secará la boca, la saliva se volverá pastosa, se te enredará la lengua, se petrificará y por si fuera poco, perderás la lucidez de tus ideas. Y todo porque tu cerebro maravilloso como es, no detecta la diferencia entre un evento real y otro imaginado por ti. 

La mente no tiene sentido del humor. Tú le das una orden a través de tus percepciones y ella simplemente las cumple. 

Por eso es que sentirás lo mismo frente a un león agresivo que saltó para sorpresa tuya detrás de las rejas de una jaula, y el ruido extraño en la noche que "creíste" era un intruso en tu casa. 

Un evento real, otro imaginado, la misma reacción. 

Lamentablemente mientras esas imágenes sigan en tu mente, el miedo con la ayuda de tu cerebro te detendrán. Personas con increíbles capacidades que bien podrían hacerse una vida excelente por ejemplo a través del maravilloso mundo de las ventas y mejorar sustancialmente sus vidas, se petrifican, por el solo hecho de pensar que van a ir a vender. 

La sola idea de hablar con alguien que no conocen, con la que tendrían que negociar y argumentar los lleva a sufrir escalofríos. Tú y yo sabemos que lo peor que te puede pasar con un cliente potencial es que este te diga que NO, pero por lo demás no dejarás de respirar, ni de vivir por eso. Sin embargo un NO para muchos, es como un flechazo fulminante del miedo directo al corazón. No han salido de casa y ya están aterrados. 

La línea divisoria entre el miedo y la realización de tus propósitos es tan delgada que se puede cruzar simplemente con un paso. 

Hace un tiempo se hizo una investigación donde se le preguntaba a la gente cuáles eran sus miedos más profundos. 

¿Cuál es el miedo que ocupa el primer lugar en la lista de ese estudio?, ¿A qué es a lo que le tienen más miedo las personas? Las respuestas son diversas. Mencionan la soledad, el fracaso pero casi todos coinciden en afirmar a la muerte como la que produce más miedo. 

Tienen razón, pero la muerte no está en primer lugar, está en segundo. ¿Qué es aquello a lo que las personas le pueden temer más que a la misma muerte? Aunque parezca increíble según el estudio, las personas le temen más a hablar en público. En otras palabras, la gente prefiere morirse antes que hablar en público. 

Cuando tienes un nuevo proyecto en mente salen disparados como un rayo una serie de pensamientos que al parecer pretenden alertarte de los riesgos posibles de tu decisión. Muchos de tus pensamientos no son del todo fundamentados y es necesario que los analices, antes de dejarte afectar, pues algunos son fatalistas y esos son los que te van a detener. 

¿Y si me sale mal?, ¿Y si tropiezo?, ¿Y si se me olvida?, ¿Y si me dice que no?, ¿Y si no le gusta? Preguntas premonitorias de algo que nunca sabrás cómo van a salir si no lo averiguas. Lo interesante de este juego paralizador no termina allí. Continúa cuando respondes estos interrogantes con imágenes. Es decir, cuando te ves a sí mismo en esa situación incómoda, como por ejemplo cuando recibes una negativa, las consecuencias de esta respuesta que además exageras, ves también la reacción de algunas personas, también ves como a consecuencia de esto recibes otras negativas y por eso no vas a poder cumplir con tus compromisos económicos, lo que te llevarán a perderlo todo y ... 
 
Créeme, no estoy exagerando. Al ver esta escena mental, no tardarás en temblar y dejarás de lado la posibilidad de proyectos que seguramente te iban a beneficiar muchísimo. El miedo adquiere características irracionales cuando por evitar una situación incómoda futura, abandonas cualquier acción que te lleve hacia adelante. 

La línea que separa la realización del miedo se llama acción. El miedo siempre lo vas a tener. Si quieres liberarte de él, pues muérete. No hay de otra. El miedo es tan natural como respirar. 

Analizada la situación debes lanzarte, cruzar la barrera del temor. Cuando des los primeros pasos, es más cuando comiences a ver los primeros resultados positivos ya nada te hará volver al estancamiento producto del miedo irracional. 

La única fórmula que conozco que sirve para vencer la barrera del miedo: "arriésgate". Identifica eso a lo que más temes, y vete y haz eso que te aterra. 

Lo más interesante es que muchas personas que han llegado muy alto en la vida, le deben mucho al miedo que sentían. De no haberse enfrentado a lo que les producía temor como lo hicieron, hoy estarían frustrados por no haberse movido. En otras palabras, se desafiaron a sí mismos enfrentando sus temores, y eso les abrió las puertas a la cristalización de sus propósitos. 

Es muy normal encontrar personas muy brillantes hablando en público, con un fuerte temor a impartir clases y conferencias. Es usual encontrar a vendedores campeones en ventas, con gran miedo a hablar con personas desconocidas. 

Como notarás, ellos y tú sois muy parecidos, también sienten miedo. Con la diferencia de que ellos se arriesgan, enfrentan sus temores y van por lo que quieren, ¿Y tú?   

No tengas miedo, y Ponte en Marcha!

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