martes, 8 de enero de 2013

El arte de la Guerra de Guerrillas

De manera general podemos decir que los emprendedores nunca deben pugnar con las empresas en aquellos campos en los que éstas tienen una “gran ventaja competitiva” como pueden ser los costes, la distribución o las grandes campañas de imagen y publicidad. Los emprendedores deben posicionarse como proyectos atractivos, con potencial de crecimiento y dotados de sólidas ventajas competitivas, si saben explotar concienzudamente sus armas estratégicas: Flexibilidad, rapidez de reacción, segmentación y contacto con el cliente; que les pueden conferir un valor añadido y una capacidad insalvable para las grandes empresas.

A los guerrilleros nunca se les ocurre plantar batalla en campo abierto y de manera declarada a los superiores ejércitos enemigos, si no muy al contrario, concentran todas sus fuerzas y ataques en aquellos puntos y momentos en los que su contrincante es más débil y vulnerable, por muy superiores que sean sus fuerzas.

Emprendedores reflexionemos, no todas las batallas se ganan enfrentándose frontal y abiertamente al enemigo ¡Hay que utilizar la guerra de guerrillas!

Si analizamos las características generales de la guerra de guerrillas, podríamos concluir algo así:

- Utilizar pequeños comandos, pero que sean muy agresivos.
- Altísima movilidad de las tropas.
- Abandonar rápidamente las posiciones cuya defensa requiere un alto coste.
- Emplear ataques concentrados en objetivos muy específicos, que se puedan controlar fácilmente y de corta duración.
- Valerse de un conocimiento detallado del entorno en que se mueven, así como de las debilidades del enemigo.
- Actuar permanentemente a la ofensiva y no a la defensiva.
- Rapidez en la toma de decisiones. Lo que implicar que, las personas que pisan el terreno, tienen un amplio margen de maniobra para tomar decisiones.
- Ser muy conscientes de que, las guerras no se ganan en una sola batalla.

Conocido el terreno y la estrategia que se va a seguir en el asalto al mercado de la idea/proyecto emprendedor, es necesario saber las armas con que se cuenta para desarrollar el plan.
- Flexibilidad estratégica: Centrar los ataques en objetivos muy concretos y controlables, ser consciente de que las guerras no se ganan en una batalla, flexibilidad de tácticas y estrategias.
- Flexibilidad estructural: Disposición para tomar decisiones vitales bajo presión y con capacidad de improvisación, al disponer de un detallado conocimiento de la zona de actuación, de las debilidades del enemigo y de la capacidad ade adaptación a las tendencias favorables o desfavorables del entorno.
- Flexibilidad operativa: Gran movilidad de las tropas, pequeños comandos muy agresivos, estar permanentemente a la ofensiva, rápido abandono de posiciones cuya defensa implica un alto coste y acciones de corta duración muy centradas en objetivos y áreas muy concretas.

Parece claro, que si un emprendedor es capaz de utilizar este tipo de armas, tiene muchas probabilidades de que su proyecto tenga éxito. PONGÁMONOS en MARCHA planificando nuestra estrategia, analizando nuestro DAFO, estudiando las tácticas a emplear con la flexibilidad que nos impone el entorno, y rapidez de reacción que dictan los mercados.

“En la actualidad la clave de la supervivencia no es la del pez grande el que se come al pequeño, sino la del rápido adelanta al lento”.

Ponte en Marcha y que nadie te adelante.

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