¿Te
has propuesto un objetivo y luego lo has abandonado ante el primer obstáculo?
¿Tienes metas que te darían más satisfacción pero no encuentras tiempo para
realizarlas? La postergación es un hábito y para que tu capacidad se
manifieste y tu eficacia brille necesitas deshacerte de él (el hábito). Hoy el segundo paso de cómo dejar de postergar para obtener más
en tu vida con menos esfuerzo y más satisfacción
Paso
2: Modifica tu idea de "fracaso", cámbiala por
"entrenamiento"
“El
fracaso es solo una interpretación que vive
en nuestra mente, si elegimos darla por cierta se hará carne en nuestra vida”.
“La
marca principal de un genio no es la perfección sino, la originalidad para
abrir nuevas fronteras”. Arthur Koestler.
El
fracaso solo es una manera distinta aprender hacer bien las cosas, si fracasas
y eliges verlo como un proceso de entrenamiento, eso te permitirá extraer la
lección beneficiosa y la experiencia para redefinir tu accionar la próxima vez.
Hay valiosísimas joyas de aprendizaje en cada "error" o fracaso, solo
si eliges no tomártelo de forma personal. ¿Cómo se logra eso? A través de un
nuevo ángulo de visión de la situación de fracaso: que hayas fracasado una vez
no significa que "seas" un fracaso, la persona no es la conducta. Tú
eres mucho más grande y trascendente que tus supuestos "errores".
No
tienes que hacerlo todo perfecto a la primera sin entrenamiento: cuando vez un
atleta de campeonato, vez la punta del iceberg, detrás de esa maestría hay
miles de horas de práctica, entrenamiento, derrotas, errores, fracasos; pero
sobre todo mucho optimismo y objetividad para seguir apostando por sí mismo
ante la vida.
Herramientas
de ayuda:
¿Cuántas
cosas lograrías si te dieras permiso para "fallar" y que no te
importe la primera vez?
¿Cuántas
cosas lograrías si te permitieras tomar cada "fracaso" como lección?
¿Cómo
te sentirías contigo mismo si le perdieras el miedo al fracaso pasándole por
encima accionando?
¿Se
te harían las cosas más sencillas al saber que en el fondo nunca puedes fallar?
“El
éxito revela su secreto al que sabe ser constante en su fe en sí mismo”.
“¿Si
tú no te animas, quién más lo hará?; Los demás están demasiado ocupados
pensando en sus propios miedos como para animarte por tus logros”.
“Que
la fuente de tu motivación sea tu propia voz en tu
interior”.
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