lunes, 16 de enero de 2017

Cómo programarnos para el éxito.



Todo lo que somos ahora o seamos en el futuro es el resultado de lo que hay en nuestra mente. Los pensamientos se materializan en acciones.  

Para modificar las realidades externas primero hemos de modificar las realidades internas de lamente, modificando actitudes, creencias y expectativas.
Si comenzamos este proceso empezaremos a actuar en una dirección correcta que con el tiempo permitirá que alcancemos nuestras metas y venzamos las dificultades. 

Cada uno de nosotros tiene unas creencias de la realidad y son esas creencias las que hacen que veamos las cosas de un color u otro. Si tomamos dos enfoques de una misma realidad, uno positivo y uno negativo, no podríamos negar ninguno de los dos incluso con los datos objetivos de los hechos en la mano. La diferencia está en que las personas que se sitúen en el enfoque positivo tendrán actitudes más positivas y verán más oportunidades en ello. 

Recordamos así que la realidad viene siempre determinada por nuestras creencias, y si desde un enfoque negativo creemos que no hay oportunidades probablemente no las tengamos. 

La clave para cambiar nuestras creencias es buscar información sobre los aspectos que queramos desarrollar. Si queremos ver el mundo lleno de oportunidades, tendremos que formarnos y recibir información que nos permita atacar el problema desde otro ángulo (menos televisión y menos periódicos). 

Para probar cosas nuevas hay que flexibilizar la mente, hay que abrirse y tener el valor suficiente para probar lo desconocido. 

Existe una posición llamada «la zona cómoda» que es el mejor lugar para no tener éxito en la vida. La zona cómoda está en cualquier ámbito de la vida, en una relación de pareja con la que uno no es feliz, en un trabajo o ciudad que no nos guste, etc. pero como las cosas están tan mal uno no hace nada por cambiarlo («más vale malo conocido que bueno por conocer»). 

Es positivo luchar contra la zona cómoda, si uno quiere sentirse libre y vivo y disfrutar más a fondo de la vida. Luchar contra la zona cómoda implica riesgos. La realidad es que para cualquier cosa que hagamos en la vida hemos de arriesgar. Para ello hemos de superar el miedo al fracaso que nos inmoviliza, pasar por encima de él. 

Además de todo lo citado anteriormente, hemos de tener muy en cuenta para obtener el éxito los dos grandes poderes que controlan todo lo que hacemos y nos sucede: 

· El poder del amor: todo lo que hacemos lo hacemos para conseguir amor o para compensar la falta de éste. El amor da forma a la personalidad y al destino. 

· El poder de la sugestión: todo lo que nos afecta de alguna manera produce un efecto sobre nuestra personalidad. Todo cuenta, las cosas y las personas, o nos favorecen o nos perjudican en algún sentido. 

Algunos principios que pueden ayudarnos a conocernos mejor: 

· Principio de la costumbre: sin una decisión específica para cambiar algún aspecto de la vida, la tendencia natural es a seguir igual indefinidamente. Cuanto más hagamos de lo que hacíamos, más recibiremos de lo que recibíamos. 

· Principio de la emoción: la mayoría de las decisiones importantes las tomamos sobre la base de nuestras emociones. Somos seres racionales y emotivos. Las decisiones que tomamos podemos sustentarlas en la lógica, pero al final nos inclinamos hacia una u otra decisión debido a una emoción. 

Las dos emociones principales que luchan en nuestro interior son el deseo y el temor. Nuestros deseos nos impulsan y nuestros temores nos detienen. Para vencer a los temores hay que pensar todo el tiempo en lo que uno quiere, no pensar en los temores y así estos desaparecerán. 

· Principio de la expresión: todo lo que se imprime en la mente con el tiempo se manifestará como la personalidad, como parte de uno mismo. Las experiencias que se acumularon en la mente son la realidad de hoy. 

· Principio de la inversión: es un principio muy potente. Si uno puede crear el estado subjetivo o la emoción, la emoción pondrá en marcha los principios de la atracción y la correspondencia, y atraerá a su vida a la gente, a las circunstancias y oportunidades necesarias para crear algo objetivo que se corresponderá con lo subjetivo. Para poner en marcha este principio hay que utilizar la imaginación. La sensación comenzará a modificar cosas en el interior y en el exterior.

· Principio de la repetición: todo lo que hacemos una y otra vez se convierte en una costumbre, un hábito. Si queremos cambiar algo, tenemos que actuar como si ese algo ya hubiese cambiado, aunque cueste se acaba haciendo costumbre. 

Estos principios sirven para conocernos mejor, pero para orientarnos positivamente hacia el éxito necesitamos de los siguientes requisitos: 

· Deseo: es el punto de partida para cualquier cambio. Cuando deseamos algo con gran intensidad, ponemos en marcha la energía, conocimientos y acciones necesarias para conseguirlo cueste lo que cueste. Si deseas algo con gran intensidad nada en el mundo podrá impedir que lo logres. 

· Decisión: el siguiente paso es tomar una decisión clara e inequívoca de lo que se quiere y estar dispuesto a pagar un precio por ello. Uno tiene que estar dispuesto a hacer lo que sea necesario si quiere conseguir sus objetivos. La clave del éxito es querer darlo todo, el compromiso. 

· Determinación: apoyar los planes con una fuerza de voluntad férrea. Estar dispuesto a perseverar ante las dificultades. 

· Disciplina: es la clave esencial del éxito. Estar dispuesto a hacer las cosas que uno tiene que hacer cuando las tiene que hacer. Muy relacionado con la responsabilidad. 

Para alcanzar con éxito tú deseo, toma la decisión y Ponte en Marcha con determinación y disciplina.

 

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