lunes, 20 de julio de 2015

Motivación. Seis consejos infalibles para motivar a su equipo


Cuando una empresa se encuentra en dificultades, motivar a los profesionales sin aumentar demasiado los costes resulta esencial para lograr la supervivencia. Si las condiciones se vuelven demasiado duras, o si el negocio crece demasiado y parece que la fuerte carga de trabajo no va a terminar nunca, el responsable del equipo debe utilizar elementos de motivación que vayan más allá del pago de un cheque.

La rotación de los profesionales siempre resulta un fuerte gasto en cualquier empresa, no sólo por los costes de selección, sino también por el descenso de la productividad. Por lo tanto, vale la pena que haga todo lo que pueda hacer por mantener a los miembros más adecuados dentro del equipo. Si motiva a las personas a partir del reconocimiento de su trabajo –dejando a un lado los complejos sistemas de análisis de rendimiento y costes– contribuirá a su permanencia en la empresa de un modo directo, además de que usted mismo se sentirá mejor. 

Los siguientes seis consejos le ofrecen unas pautas para establecer estrategias de motivación que pueden servir tanto a su equipo como a la empresa en general: 

1. Conozca a los miembros del equipo. Esto puede parecer algo simple, incluso obvio, pero, ¿está seguro de que conoce realmente a las personas que trabajan con usted? Normalmente, los profesionales se abren a los directivos que muestran interés por ellos más allá de un mero informe de resultados. Si quiere fomentar la relación personal con las personas que comparten su entorno de trabajo, es conveniente que entable conversaciones informales y que les haga ver cada cierto tiempo que recuerda lo que han hablado, por ejemplo, preguntándoles cómo les ha ido a sus hijos en una competición deportiva en la que iban a participar o cosas por el estilo. 

2. Comunique. Si pregunta a las personas por qué dejan una empresa, a menudo oirá hablar de una falta de comunicación que puede estar referida a los logros conseguidos o a la poca información sobre nuevos proyectos o procedimientos, etc. 

Recuerde que los grandes líderes son buenos comunicadores y aprovechan cualquier ocasión para dar información a quienes trabajan con ellos, y lo hacen de una manera sencilla y en términos que son fácilmente comprensibles por todos. Aquí tiene algunos consejos para comunicarse mejor con los miembros de su equipo: 
- Hable sobre los resultados. Haga saber a todos qué tal lo está haciendo el equipo o la empresa (después de asegurarse de que la alta dirección está de acuerdo en que lo haga). Puede ofrecer información a menudo y en pequeñas dosis, pero asegúrese de que todos se enteran de lo mismo.
- Agradezca los éxitos. Por ejemplo, enviando cada mes una nota escrita a mano al miembro del equipo que haya ofrecido el mayor rendimiento. Haga lo mismo cuando un cliente le haya expresado su satisfacción. Comunique para motivar y para hacer que los demás se sientan parte del éxito logrado.
- Manténgase visible. No se oculte tras una puerta cerrada o una dirección de correo electrónico (que nunca debe ser utilizado en lugar de una conversación cara a cara). En momentos delicados, el liderazgo consiste en dejarse ver, hacerse escuchar y conducir al resto del equipo a través de las dificultades. 

3. Premie el trabajo bien hecho (sin que afecte demasiado al presupuesto de la empresa).El reconocimiento de los méritos es algo que no resulta difícil y que aporta compromiso a la relación de los profesionales con la empresa, además de fomentar el sentimiento de pertenencia al colectivo y demostrar a los miembros del equipo que usted se preocupa por ellos y sabe apreciar la valía de las personas. 

A veces es más importante cómo lo dice que el mensaje que quiere trasmitir en sí mismo. 
Repartir reconocimientos no cuesta nada y es una herramienta estratégica clave para reducir los abandonos y construir un equipo eficaz. A continuación se presentan algunas sugerencias para hacerlo: 
- Convierta el tablón de anuncios de la empresa en un espacio de información y reconocimiento de méritos.
- Sorprenda a las personas haciendo algo bien. Acercarse a la zona de trabajo de un empleado y hacerle ver que le gusta cómo lo está haciendo puede llevarle menos de un minuto, pero es una buena forma de demostrar que está usted agradecido por sus esfuerzos y es capaz de darse cuenta de ellos.
- Actúe de forma inesperada. Por ejemplo, cuando el equipo se encuentra cansado después de una semana dura, o de haber cumplido un plazo de entrega exigente, puede sorprenderlos pidiendo algo especial para comer o dejándoles una tarde libre. Son cosas que no cuestan mucho, pero ofrecen grandes beneficios. 
- Tenga reuniones individuales. En ellas, además de demostrar su agradecimiento por el trabajo bien hecho, puede ofrecerles consejos y actuar como mentor o coach. 

4. Dé las gracias a menudo. Seguramente se sorprendería si supiera cuántos profesionales sienten que no se aprecia su trabajo porque rara vez escuchan la palabra “gracias” en boca de los clientes, de sus compañeros o de los responsables del equipo. Recibir agradecimientos por un acto –aunque sea insignificante– nos hace sentirnos mejor y estar preparados para volver a ayudar. El agradecimiento disipa la tensión, muestra a los demás que usted los aprecia y demuestra respeto. 

Está demostrado que el reconocimiento de los esfuerzos ajenos fortalece la lealtad, el respeto y el compromiso, además de ayudar a seguir trabajando duro. A veces puede marcar la frontera entre ser visto como un jefe duro y exigente o como un líder excelente. 

5. Diviértase. Pasarlo bien y mostrar el lado humano al equipo es otra forma de motivar a sus componentes, además de ayudarle a que disfrute más con su trabajo. Además, demostrará que realmente tiene confianza en usted mismo, un estilo de liderazgo convincente y fe en el equipo que está dirigiendo hacia la consecución de sus objetivos. Haga algo distinto, inesperado y divertido para usted y su equipo; si quiere crear un entorno de lealtad y compromiso, centrado en los resultados, es necesario que incorpore la diversión al lugar de trabajo. 

6. Celebre los éxitos, tanto los grandes como los pequeños. La adquisición de un nuevo cliente, la finalización de un proyecto, el nacimiento del hijo de un miembro del equipo… todas son buenas razones para hacer una pequeña parada. Celebrar los éxitos puede hacer que su grupo avance mucho en su motivación, ya que les demostrará que se preocupa por ellos, que percibe sus esfuerzos y que los aprecia.

Y tú motivas o desmotivas? Ponte en Marcha!

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